lunes, 8 de abril de 2013

Vecino

    Una ventana, varios metros al frente, otra ventana. Diferentes edificios.Gente que camina, baila, canta, almuerza, cena o merienda. En esas ventanas, mundos diferentes, actores de dos realidades desconocidas. Como si no existieran, como si fueran una parte más de las estructuras que rodean al departamento. Pijamas, anteojos, televisor. Cosas comunes que comparten al mirar hacia el frente, su mundo es el tuyo y viceversa, nada mas extraño que conocer la vida del otro sin realmente conocerla, vivir como si nada ante un desconocido y que el haga lo mismo. Presenciar las caras de concentración, el porqué de las peleas, los momentos de alegría. Siempre desde lejos, pero muy cerca a la vez. 
   Era obvio que esa burbuja que protegía tu anonimato iba a explotar, tenía que llegar el día en que después de observaciones sin conexión, de yo te miro mientras vos no me ves, levantás la mirada hacia el frente y él también, como si fuera por arte de magia, una gran coincidencia, ni siquiera un ruido fue culpable de ese movimiento, simplemente el azar, la coincidencia. Y lo ves.  Te está mirando, y vos a el, como de costumbre. Entonces, esas dos vidas, que antes no tenían conexión, dejan de ser desconocidas a causa de ese contacto visual, para empezar a sentirse un poco mas conectadas, familiares, y esa sensación de nerviosismo y vergüenza, como un torbellino de sentimientos imposibles de describir que suceden en tan solo segundos, te inunda por completo.    Entonces, bajás la mirada, jamás hubieses imaginado lo que iba a pasar, ni como reaccionar. ¿Deberías saludar? ¿ Sonreír? 
   A partir de ahora todo cambia,  sabés que cuando vuelvas a encontrar su mirada no va a ser un desconocido, ahora  es el vecino que ya conoce tus ojos, que ya puede, si se atreve, saludarte por cortesía y dentro de un par de miradas quizás hasta te dedique un "Hola que tal?, me llamo Adrián, un gusto" alzando un poco la voz para poder escucharse a pesar del ruido de la agitada mañana. Pensás que es increíble que en segundos toda una forma de percibir lo que te rodea deje de ser como antes, para pasar a ser algo normal, que ya conocés, que carece de misterio.    Algo de la rutina, esa maldita rutina, que todos buscamos evitar. 

Tali G.