jueves, 9 de mayo de 2013

[...][...]Porque muchos le dijeron que ese momento iba a llegar, que era solo cuestión de tiempo, restaba un encuentro, dos a lo sumo, todo se daba por una razón y no simplemente por una casualidad de la vida. 
Ella pensaba distinto, se negaba a verlo, prefería ser feliz creyendo que todo tenía un por qué y desconfiaba de las cosas que se parecían a experiencias lejanas o de algún conocido; Todo le parecía nuevo, siempre. Tenía que disfrutarlo, ganar esa experiencia. Por eso se largaba a amar y pegaba el salto desde lo alto del acantilado, libre en la caída, cerrando los ojos, con los brazos abiertos dispuestos a sentir el viento que acaricia cada centímetro de su piel como si fuese la primera vez que ese placer suave sucede, disfrutando la sensación de libertad que le ofrece; y entonces, sonreía sin pensarlo dos veces. Sin embargo, nunca aprendió que a veces la caída es mucho más fuerte de lo que pensaba, que el agua no era tan suave ni transparente como se imaginaba, que estaba fría, a veces enojada. Olvidó que todas las olas pegan fuerte y que muy pocas veces uno sabe como enfrentarlas. Lo que le pasó hoy, no lo esperaba, vivía la vida deseando que la caída fuese mas larga, por que al final, afirmaba, lo que uno más disfruta es el camino, y no la llegada 'cause once you have it...you don't want it anymore. 

Tali G.