viernes, 7 de febrero de 2014

Anhelo

...Y mientras miraba el paisaje a través de la ventanilla del auto, el cielo encapotado que el sol intentaba desnudar, los árboles bailando una danza perfecta como bailarinas dentro de una caja musical, recordó aquel único día en la playa de paso a la ciudad, y fue capaz de sentir nuevamente el rugir del mar, la humedad del aire lleno de sal, la felicidad que le provocaba contemplar las olas majestuosas al llegar imponentes a la costa sin cesar mientras el agua barría nuevamente la arena de sus pies hacia el mar y el sol calentaba su espalda, tibiamente y sin juzgar, como un abrazo de verdadera amistad ... 

...Fue entonces, que anheló, por primera vez anheló con toda su alma, convertirse en un ave del lugar, poder todos los días volar sobre el imponente poder del mar... sin pensar en abandonar su preciado y hermoso hogar...jamás.


Tali G.

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